Hoy os proponemos una actividad emocionante: viajar por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte). Nos encanta planificar viajes, pensar en todo lo que podemos ver y hacer, y disfrutar. Es un destino tan vasto el que hoy nos proponemos, que resulta difícil decidir qué dejar fuera. Teniendo esto en cuenta, nuestro viaje por Reino Unido será uno de los cientos, o miles que pueden hacerse. ¿Te gusta caminar, montar en bici? ¿Ir al teatro, los musicales? ¿Ir de compras? ¿Fundirte con el entorno? Este tipo de preguntas determinarán tu viaje. El nuestro es una propuesta cultural, histórica, sentimental.

Se puede llegar a las islas británicas por muchos medios: en coche, embarcando en un ferry desde Bilbao o Santander; en tren, atravesando Francia y tomando el tren en Calais para cruzar el Eurotúnel y llegar a Folkstone, atravesando el Canal de la Mancha (o English Channel); o en avión, aterrizando en cualquiera de los múltiples aeropuertos británicos. Solo Londres ya cuenta con muchos (Heathrow, Gatwick, Stansted, Luton…): probablemente el precio del billete y el itinerario que elijas determinarán a cuál volar.

Las islas cuentan con un magnífico sistema de transporte público, tanto ferroviario como por carretera, que te permitirá viajar cómodamente. Además, puedes alquilar un coche para moverte, ¡no olvides que conducen por la izquierda! En tu viaje también tendrás que contar con el cambio de divisa (te darán aproximadamente 0,83 libras (GBP) por 1 euro, aunque pagar con tarjeta es posible prácticamente en todas partes (¡hace 30 años, hasta en los mercadillos!).

England

Nuestro viaje comienza en Londres, capital de Inglaterra. Hemos decidido viajar en avión. Esta magnífica metrópolis nos ofrece una vivencia de toda la esencia de lo británico: tradición y vanguardia. Vamos a utilizar la estupenda red de transporte público, queremos viajar en autobús para ver las calles, la gente, y montar en metro para vivir la experiencia. Y ¿qué ver en Londres? Difícil elegir, pero nos vamos a centrar en algunas actividades que nos apetecen.

Queremos atisbar algo de la monarquía y la tradición parlamentaria, por lo que nos vamos a dar un paseo para ver Buckingham Palace, la residencia oficial​ del monarca británico donde también se celebran ceremonias oficiales, visitas de Estado y tiene zonas abiertas al público.

La historia de Londres se remonta a la época romana. Junto al río Támesis (Thames), en el centro de la ciudad, se alza el conjunto arquitectónico de las Houses of Parliament, el  imponente Palacio del Parlamento que alberga las dos cámaras legislativas (House of Commons y House of Lords), la torre del icónico reloj y su campana Big Ben y Westminster Abbey, un santuario nacional, espacio de las coronaciones británicas desde William the Conqueror (Guillermo el Conquistador, 1066) y lugar de descanso para grandes personalidades históricas (como Geoffrey Chaucer, Isaac Newton, Charles Darwin o Stephen Hawking). Pasear por la abadía es casi un paseo por la historia de la humanidad.

Con solo cruzar el Támesis pasamos a obtener una idea de vanguardia. El London Eye, galardonado con múltiples premios por su ingenio arquitectónico, es una rueda de observación a la que nos podemos subir para disfrutar de las maravillosas vistas panorámicas de toda la ciudad. Desde él podrás ver, por ejemplo, St Paul’s Cathedral, la catedral anglicana de Londres obra de uno de los arquitectos ingleses más aclamados, Christopher Wren, y otro icono histórico donde se oficiaron, por ejemplo, los funerales de Winston Churchill o las nupcias del actual rey Carlos con la entonces princesa Diana de Gales.

Nos gusta el ambiente del teatro, y dedicaremos algún tiempo a pasear por la zona de Covent Garden. Si como a nosotros te gusta el teatro y el misterio, te recomendamos que saques entradas para ir a ver The Mousetrap (La Ratonera, de Agatha Christie), que lleva ininterrumpidamente en cartel desde 1952, la encontrarás en St. Martin’s Theatre (metro Leicester Square). Al día siguiente puedes pasear por Camden Town, un lugar delicioso, con comercio y casas bajas.

Otro aspecto que nos encanta de Londres es su río, así que hemos decidido embarcarnos en uno de los muchos recorridos que la ciudad ofrece. Nos embarcamos en Westminster, y dejando atrás el London Eye, pasamos porel Royal National Theatre, un moderno edificio que alberga la compañía nacional de teatro inglesa, cuyo primer director fue Laurence Olivier. Seguimos nuestro trayecto pasando por el Millenium Bridge, un puente colgante de acero para uso peatonal inaugurado en el año 2000 que une la zona sur de Bankside, donde se alza el Globe Theatre, creado por la compañía teatral de Shakespeare, con la City, uno de los distritos financieros de Londres junto con Canary Wharf que también veremos desde nuestro barco. El río nos lleva además junto a la Tate Modern, la galería de arte moderno que aloja obras de artistas como Picasso, Andy Warhol o Dalí. Y seguiremos navegando, pasando por Tower Bridge, unade las más famosas vistas de la ciudad, y el castillo medieval de Tower of London, que fue tanto residencia real como cárcel. Nuestro barco nos lleva hasta Greenwich (¡ojo, dos sílabas: [ˈɡrenɪtʃ], y no se pronuncia ninguna “u”!, donde podremos visitar el meridiano cero (prime meridian) esa línea imaginaria que separa la longitud este y oeste desde 1884 y marca las líneas horarias (Greenwich mean time, GMT).

Desde aquí vamos a explorar un poco de Inglaterra. Nos dirigimos hacia el sureste de Londres, a la preciosa ciudad de Canterbury, sede del arzobispo de Canterbury (líder espiritual de la Iglesia anglicana). No dejes de visitar la catedral, donde fue asesinado el arzobispo Thomas Becket en 1170. Seguimos recorrido más al sur, hasta Hastings, donde en 1066 se lidió la batalla que cambió la historia y la lengua de la isla. Los anglosajones fueron derrotados por Guillermo de Normandía (William the Conqueror), que fue coronado rey en Westminster el día de Navidad. Los invasores normandos trajeron consigo su cultura en general y particularmente su lengua, que mezclándose durante años con el anglosajón dio lugar al inglés moderno.

Siguiendo la costa hacia el oeste vamos a visitar Brighton, un curioso enclave que pasó de pueblo de pescadores (todavía identificable en sus callejuelas, The Lanes), a residencia estival de la realeza y la aristocracia, por los beneficios para la salud que ofrecía su aire y sus aguas. Allí podemos visitar The Royal Pavilion, un edificio al estilo de los palacios y mezquitas de India, con sus cúpulas bulbosas, y pasear por Brighton Pier (el muelle de Brighton). Desde aquí, vamos a ir subiendo en dirección noroeste hacia Bath, pasando por la ciudad catedralicia de Winchester. En Bath, población que data de tiempos romanos, podemos perdernos por sus calles, visitar la abadía y, por supuesto, los balnearios de agua de manantial que datan de tiempos romanos y que, según dicen, tienen propiedades curativas.

Nos ponemos en marcha en dirección a Oxford, qué decir de esta maravillosa ciudad. Sede de la universidad más antigua de Inglaterra, caminando por sus calles, visitando sus parques, sus librerías, paseando por el río Támesis o entre los edificios de las facultades (colleges) ¡sientes un irrefrenable deseo de estudiar! Si quieres hacerte una idea de este entorno, te recomendamos que veas la serie Endeavour, donde el joven detective Morse se pasea resolviendo misterios por un Oxford de 1960.

Estamos cerca, así que no nos podemos perder una visita a Stratford-on-Avon, lugar de nacimiento del mayor poeta y dramaturgo en lengua inglesa, William Shakespeare. Se puede visitar su casa de estilo Tudor, donde vivió los últimos 20 años de su vida. También fue enterrado en esta ciudad donde murió el 23 de abril de 1616 (como Cervantes, de ahí la promulgación del Día Internacional del Libro por la UNESCO). Puedes asistir a alguna representación de sus obras en el Royal Shakespeare Theatre de la localidad.

Siguiendo rumbo norte llegamos a Coventry, ciudad antigua con gran interés tanto cultural como industrial. En las dos guerras mundiales fue centro de la industria de guerra y fue bombardeada (se aprecian las ruinas de la antigua catedral a la entrada de la nueva). Su más famosa pobladora fue Lady Godiva, esposa de Leofric, Conde de Mercia. Cuenta la leyenda que cuando la ambición del conde lo llevó a subir los impuestos, ella se puso del lado de la gente del pueblo. Su esposo la retó a cabalgar desnuda por el pueblo y, si lo hacía, Leofric bajaría los impuestos. Agradecida, la gente del pueblo se encerró en sus casas para que ella no fuera vista, y así lo hicieron todos salvo un sastre, Tom, que no pudo evitar mirar por un agujero de la ventana (peep through the window) para ver a Lady Godiva desnuda. ¡De ahí viene Peeping Tom!

Desde aquí nos vamos a dirigir hacia el norte, donde encontramos ciudades pobladas y páramos. Podemos visitar Manchester, Liverpool, Sheffield, Leeds, maravillosas ciudades con industria y mucha música, en nuestra ruta hacia el norte, hasta encontrar los Peninos (Pennines), la larga cadena montañosa que separa Yorkshire de Lancashire. El entorno nos recuerda la Guerra de las Dos Rosas (the War of the Roses) que enfrentó a la Casa de Lancaster (con su emblema de rosa roja) con la Casa de York (y su emblema de rosa blanca) entre 1455 y 1487 por el trono de Inglaterra. Ganó la rosa roja de Henry Tudor, padre del célebre Enrique VIII.

Subimos por el Lake District, un precioso entorno montañoso que inspiró al poeta Wordsworth (“I wandered lonely as a cloud…”, 1804). Y nos podemos aventurar por The Pennine Way, el paseo a pie más largo de Gran Bretaña, que llega hasta la frontera con Escocia. En la parte más estrecha de la isla nos topamos con Hadrian’s Wall, el muro de Adriano, hasta donde llegó el imperio romano. Cruzamos el muro y nos adentramos en Escocia.

Scotland

Escocia es un destino increíble, donde queremos combinar historia, naturaleza y cultura.

Partimos de Edimburgo (Edinburgh), la capital, y vamos a visitar su icónico castillo, con increíbles vistas de la ciudad. Es un importantísimo centro de educación y cultura, ciudad universitaria y sede del Festival Internacional de Edimburgo, el festival de actuaciones en vivo más grande del mundo. Paseamos por Royal Mile, una histórica calle con callejuelas entrecruzadas llena de comercios y pubs. Busca un pub tradicional donde cenar haggis (una especie de morcilla) y tomarte un whisky escocés.  Desde aquí vamos a viajar más al norte, hacia las Highlands, las Tierras Altas de Escocia, donde percibirás más el uso del gaélico escocés entre la población. Y verás más tartans, la tela escocesa que se utiliza para hacer kilts, la típica falda escocesa, cada una con el patrón característico de su clan.

Llegamos a Inverness, donde visitaremos el castillo y la catedral, y disfrutaremos de un paseo por la desembocadura del río Ness. Y desde allí nos dirigimos al Loch Ness. Nuestra atracción por ríos y lagos nos lleva a hacer un crucero por el Lago Ness, ¡e intentar avistar a Nessie!, el famoso monstruo del Lago Ness. También vamos a visitar el Castillo de Urquhart, del que solo quedan unas ruinas medievales que nos proporcionarán una romántica vista del lago y el entorno. 

Seguimos nuestro viaje ya rumbo al sur, hacia Glasgow, la ciudad más poblada de Escocia, gran puerto de comercio de trasatlánticos durante la Revolución Industrial. Glasgow, cosmopolita y bulliciosa, es centro industrial, de negocios y de medios de comunicación. Nos vamos a fundir con la ciudad, pasear por el bohemio barrio de West End y buscar un pub con música en vivo para cenar, después de pasear por George Square y visitar la Necrópolis de Glasgow, un curioso cementerio victoriano: los cementerios de las islas resultan muy curiosos y bonitos, muy distintos a los de nuestra cultura mediterránea, ¡no te los pierdas!  

Hay mucho más que ver en estas tierras. Si tienes tiempo, viaja más al norte, visita las islas Shetland, situadas en el Atlántico norte, que anteriormente pertenecieron a los vikingos. Después de ver la serie de este mismo nombre nos quedamos con ganas de visitarlas, (¡llama la atención la ausencia de árboles!)

Northern Ireland

Viajar por la isla esmeralda (en referencia al intenso verde de sus campos) es todo un placer. Solo hace algo más de un siglo que la isla está dividida en dos Estados: la República de Irlanda (Estado miembro de la Unión Europea) e Irlanda del Norte, nación perteneciente a Reino Unido por la que vamos a viajar entre castillos, valles glaciales, montañas, monumentos celtas y cristianos…

Comenzamos por Belfast. Es imposible visitar la ciudad obviando el conflicto armado entre unionistas y republicanos, y podrás hacerte tu propia idea. Puedes empezar, por ejemplo, por los murales de Shankill Road, barrio protestante y unionista, donde verás los relacionados con Reino Unido y sus combatientes, cruzar el Muro de la Paz (Peace Wall) y acceder al otro barrio, el de Falls Road, donde verás los murales del bando católico y republicano. Pero Belfast es esto y mucho más, una ciudad llena de historia y cultura. Su ayuntamiento (city hall) merece una visita por ser un icono arquitectónico, pero también el barrio Titanic, con los astilleros donde se construyó la famosa nave y un museo interactivo. El barrio de la catedral ofrece lugares muy agradables donde pasear y tomar algo. Hay innumerables pubs donde cenar cómodamente.

A continuación nos dirigimos a hacer una ruta panorámica por la Causeway Coastal Route, la ruta costera de la calzada, que se extiende desde Belfast al sur hasta Derry/Londonderry al norte. El trayecto es un placer para la vista, donde podrás hacer paradas increíbles. Nos centraremos en la Giant’s Causeway, o Calzada del Gigante, una zona con unas 40.000 espectaculares columnas de roca volcánica. Según la mitología gaélica, el gigante irlandés Finn McCool construyó un camino usando piedras como peldaños para llegar a su rival escocés, el gigante Benandonner, pero éste destruyó el camino.

Y llegamos a Derry/Londonderry, la segunda ciudad más grande de Irlanda del Norte, donde podremos caminar por sus murallas del siglo XVII, visitar su casco histórico, lleno de encanto, la catedral de St. Columb, su arte callejero y donde también podremos percibir la huella del conflicto irlandés.

Nos marchamos de Irlanda con el espíritu reconfortado por la belleza de la naturaleza y los espacios que hemos visitado. ¡Queda tanto por ver que nos quedamos con ganas de más!

Wales

Gales (Cymru en galés) rebosa historia y su cultura responde a todos los pueblos que han habitado sus tierras, desde los celtas de sus orígenes, pasando por los romanos que construyeron carreteras, fortalezas y asentamientos, hasta la conquista inglesa del siglo XIII: el rey Eduardo I de Inglaterra invadió Gales en 1282 y declaró a su hijo el primer Príncipe de Gales, título que hoy en día sigue manteniéndose para el heredero a la corona británica.

Empezamos nuestro viaje en Cardiff, capital de Gales, donde queremos visitar el castillo, una impresionante mezcla de arquitectura normanda y victoriana, y pasear en bici por el Bute Park, un espacio ajardinado y boscoso de enorme encanto. Visitaremos la bahía, el paseo marítimo hasta llegar al Senedd (el parlamento de Gales).

A continuación nos vamos a dirigir a los Brecon Beacons, donde queremos disfrutar de la naturaleza. Se trata de una bellísima cadena montañosa en un Parque Nacional que ofrece innumerables actividades: senderismo, ciclismo, hípica, navegación, pesca, escalada en roca, ala delta, autocaravana, acampada, espeleología…

Y para seguir disfrutando, viajaremos hacia el noroeste, a Snowdonia, al Parque Nacional Eryri, un entorno de montañas y lagos, donde visitaremos el monte Snowdon, la cumbre más alta de Gales. Se puede subir caminando o en tren. Podemos visitar el castillo de Caernarfon, símbolo de la historia galesa.

Si además quieres pasar un buen rato y hacerte una idea de la increíble gente que puebla Gales, te recomendamos ver la divertida película de 1995 The Englishman Who Went Up a Hill But Came Down a Mountain (El inglés que subió una colina pero bajó una montaña), la historia de dos cartógrafos que llegan a un pueblo de Gales.

Y aquí concluye nuestro viaje. ¡Ya tenemos ganas de volver! ¿Y tú?

1 comentarios sobre “El road trip perfecto por el Reino Unido
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